sábado, 24 de marzo de 2012

Subiendo p'abajo. Bajando p'arriba.

Uno piensa que está recuperado, uno piensa que va para arriba, uno piensa que cada vez piensa menos... Hasta que los pensamientos se convierten en hechos y los hechos le dan una torta a los andamios que soportan la reconstrucción interna de mi fortaleza personal y los hacen tambalearse...

Hoy he vuelto a hablar con ella. No tenía ganas, no quería hacerlo, pero me lo debía. Debía demostrarme que no puedo estar siempre a la espera, que ya está bien de ser el último mono, que estaba cansado de ser Mota Man.

La he llamado, no por mis cosas, sino por mi dignidad, por estar cansado de escuchar "ya-te-avisos" que se transformaban en "que-te-crees-tú-esos". La he llamado y, con la valentía de un cobarde, le he dicho que estaba cansado de todo, que si no fuera por las 2 o 3 cosas más personales, lo habría dejado todo correr, que me habría olvidado ya. Le he dicho que me había sorprendido mucho como estaba actuando, que no sabía por qué estaba haciendo que las cosas fueran así, y que no hacía falta haber acabado de esta manera.

Por lo que me ha contestado, deduzco que ella piensa que está actuando bien, dice que no sé cómo puedo pensar mal de ella, que con todo este tiempo juntos debería saber cómo es, que me encontró un piso y que me podría haber dejado en la estacada y haberme buscado las castañas yo solo (estas no han sido sus palabras, pero sí mi interpretación de las mismas) Y eso es cierto, me ayudó a buscar un sitio para mí, la lástima es que una cucharada de azúcar dentro de una taza de leche agria y caliente, se diluye y no endulza. Sé que ella no ha actuado a mala fe, pero ha tenido muy malos actos, muy pocas luces. 

No he podido seguir hablando con ella, porque, esta vez, estaba con un virus estomacal, de esos que te hacen cagarrinar y "gomitar" (gomitar, no!, se dice vomitar, con b, con b de burro!! -le dijo una vez un padre a un hijo por la calle...) así que no podía mantener mucho tiempo la conversación. Le he preguntado si podríamos seguir la conversación la semana que viene, y me ha dicho que supone que sí... Si un "sí", se convierte en un "no", un "supongo que sí" ¿se convertirá en un "seguro que no"? Cuando le he dicho que me llame esta semana para coger las cosas, me ha respondido con un "vaaale", que me ha sentado mal. Le he pedido que no me dé la razón como a los tontos (que ahora que lo pienso, no se usa en esas situaciones, pero creo que los dos hemos entendido a lo que me refería) y me ha contestado que no lo hacía...

En fin, he acabado la conversación con un "cuídate" que apenas me salía de la garganta, y al colgar, la tensión ocular ha hecho su trabajo, y mi cabeza ha rezumado fluidos por los orificios destinados a ello. (No voy a dar para Kleenex)

En resumen. Ella piensa  o debe pensar (o eso creo yo) que estoy exagerando al decir que quiero finiquitar esto, porque parece ser que la separación va por los cauces "normales", que no debería pensar mal de ella porque ha sido buena conmigo y eso debe ser así porque seguramente nadie de su entorno le ha dicho lo contrario, bien porque no saben todos los datos, bien porque la familia y las "amistades" tienden a apoyarla incondicional y subjetivamente. 

Yo pienso que ella pensará de un modo diferente cuando le diga que eso no ha sido así, que sí, me ayudo con el piso y, sin que fuera consciente, me ha ayudado a superar la pérdida, el luto por la ruptura de un modo acelerado; sin embargo, no me ha ayudado a verla con buenos ojos muchos de sus comportamientos y palabras poco acertados e incluso no acertados para nada...

Y si no es así... permitirme que haga lo que debería haber hecho nada más colgar, pero que por prudencia no he hecho.....

AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH







"Mama mia, Mama mia, Mama mia, let me go.
Beelzebub has a devil put aside for me, for me, for me.
So you think you can stone me and spit in my eye.
So you think you can love me and leave me to die.
Oh, baby, can't do this to me, baby,
Just gotta get out, just gotta get right outta here."

Queen (Bohemian Rhapsody)

4 comentarios:

  1. si la conversación se trata de la traición todos tendríamos que ver en qué medida somos capaces de traicionar. La traición y, en contraposición, la lealtad, son quimeras creadas para que existan toda una infinidad de términos intermedios.

    Ya lo dijo Jesús, quien nunca ha traicionado, aunque sea de pensamiento, que tire la primera piedra… o dijo “pecado”, viene a ser lo mismo, el mensaje era igual.

    La doble moral, la mentira, el engaño, la falsedad… todo se confunde mezclado con las virtudes más esplendorosas del panorama virtuoso.

    Toda esa mezcla de bondad- maldad, de verdad-mentira parece constituir nuestro ser, en una especie de sopa primigenia. En nosotros radica la intención de decantar hacia un lado o hacia otro la triste balanza que equilibra nuestra conciencia, con incierto éxito, todo quede dicho, a juzgar por mi entorno.

    ¿Qué pasa entonces cuando coinciden personas con distintos equilibrios de esa balanza? Eso es la salsa de la vida. Millones de almas solitarias y torturadas buscando incesantemente en su entorno almas que sopesen en la misma onda que uno mismo, en una especie de búsqueda infinita, haciéndonos más llevadera esta existencia épica e intrigante.

    Sucede a veces que te toca como compañero un equilibrio muy diferente al tuyo, y sufres por ese mal cálculo sufrimiento emocionales lo suficientemente grandes y pesados que equilibran esa diferencia, y eso puede de ser muy difícil de llevar. Vienen entonces las desesperanza y frustraciones, odios, rencores y demás malas hierbas que nos confunden como una niebla, enturbiando nuestros juicios como animales perdidos en un bosque nocturno, acechados por todo tipo de alimañas: celos, miedos, iras, necesidad de venganza , desprecios… y de mas animalillos peligrosos.

    Es entonces cuando recurres al intelecto, ese poderoso caballero que reflexiona y racionaliza lo suficiente para que esta travesía no sea un caos insondable, para que te sientas seguro, enmarcando tu entorno, como si fuera una película.

    Pero mi intelecto hace tiempo que dejó de hacer ese efecto en mi, ahora ese intelecto es el problema, porque lo que prescribe se contradice y confunde el juicio constatando la insoportable levedad del ser…

    Surge de mi una sombra de cambio, una necesidad de romper con lo que me daña, con lo que me engaña, para resurgir, sea cual sea su forma, o mariposa o capullo, de una vez, pero libre del daño autoinflingido provocado por otros. ¿No son ellos? ¿soy yo que les hago hacerme daño? Provoco en ellos sus reacciones para que me echen de sus vidas y así no tener la necesidad de tomar yo la decisión. Te cuidado no seas tú el próximo con el que rompa lazos.

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  2. Y si no va sobre la traición... pues nada...

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  3. Sinceramente es muy duro, pero se supera todo en esta vida, cuando una puerta se cierra, cosa q debes cerrar tu ya q aun no la cerraste, se abrirá una ventana. Un saludo

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  4. No te preocupes, que dejo a una muñeca, pero seguro que encontraré a una princesa.

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